Esta técnica resulta muy divertida y los resultados son sorprendentes. En cada curso podremos elegir un nivel de dificultad diferente que se adapte a nuestro alumnado.
Podríamos utilizar como tema el arte. Es decir, podríamos partir de un cuadro para inventar la historia.
- En los niveles más elementales se puede utilizar el siguiente esquema:
Se utilizarán cinco cartulinas en las que estará escrito el principio:
- Érase una vez......
- que vivía en....
- Una mañana se encontró con....
- que....
- y entonces.....
- Otra posibilidad es la del ejemplo de la imagen que ilustra esta entrada:
Se utilizarán cuatro cartulinas en las que los niños y niñas tendrán que escribir el dónde, personaje, un verbo (lo que hace el personaje) y un complemento directo en la última cartulina.
- Para los más mayores, podremos seguir la siguiente estructura:
Quién era; cómo era; dónde estaba; qué hacía; con quién se encontró; qué hicieron; qué pasó al final;
En este caso utilizaremos siete cartulinas.
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