martes, 29 de enero de 2013

ADIÓS, MASCOTA



La mayoría de las personas no sólo ama a los animales sino que, en muchas ocasiones, los quieren tener tan cerca que los convierten en sus mascotas: seres cercanos con los que jugar, acariciar, sentir, disfrutar... ejercitar los mejores sentimientos.
Pero, también, como todos los seres, algún día pueden desaparecer. Imagina que tu animal mascota, el más querido, murió ayer. ¿Cómo era? ¿Cómo lo pasabas con él? ¿Por qué ha muerto? ¿Qué sientes?
Vamos a hablarle directamente a nuestra mascota recordando los momentos más significativos, las anécdotas más divertidas y los buenos ratos compartidos con ella. Le describiremos nuestros sentimientos y emociones al recordarla.
(Si nunca has tenido mascota, el ejercicio de tu imaginación será doble...)

11 comentarios:

IRENE dijo...

Trufa, ¿recuerdas cuando viniste a la casa por primera vez?, parecías un ovillo de lana. Eras muy pequeña, y sólo comías yogurt y jamón york. Eras muy suave, de color negro con tonos grises y las patas de color marrón. Te ponías muy contenta, cuando nos veías y con tus patitas regordetas corrías a saludarnos. Cuando tenías dos años, seguías igual de bonita, solo que más grande, claro.
También lo que hacías para quitarnos los juguetes.
Me sentaba encima del muñeco y tú te ibas a la puerta para que te abriera, y cuando me levantaba me lo quitabas corriendo. ¡Qué bien me lo pasaba!
Cuando te lavábamos no te gustaba el agua y empezabas a hacer como si nadaras. ¡Qué graciosa!
Nunca podré olvidarte.
Cuando te vi allí tirada, sentí que una gran pena, dolor y culpabilidad se adueñaban de mí. Me pasé al menos 3 días llorando pero cuando me tranquilicé y ya no lloraba, pensé que por mucho que llorara no ibas a volver.
Adiós Trufa.
Irene - 6º B

ESTHER dijo...

¿Recuerdas cuando eras muy chico y viniste por primera vez a casa, que después nos salimos a la calle? Eres la mejor mascota que una persona puede tener, porque eras bueno, cariñoso y siempre hacías caso. Desde que te fuiste estoy muy triste y por eso te doy las gracias, por todos los años que hemos estado juntos, porque han sido los mejores años de mi vida. Cuando te escapaste, mi hermano y yo estuvimos llorando mucho aunque mi hermano un poco menos que yo. Muchas gracias por aparecer en mi vida, que me lo pasé muy bien contigo. Hoy me siento muy mal, porque cuando vengo de la calle y no te veo, algunas veces me meto en mi cuarto y recuerdo mucho todas esas veces que te ponías a mi lado cuando estaba triste o también cuando estaba contenta, venías y te ponías a mi lado. Te echo mucho de menos, ojalá estuvieras aquí conmigo otra vez de nuevo. Mi padre dice que estás viviendo con un señor mayor, espero que seas muy feliz.
Esther - 6º B

LORENA dijo...

Querido Juguetón:
¿Recuerdas el día en el que te trajimos a casa? Eras muy nervioso, cuando estabas en aquella caja de cartón, empezaste a mordisquearla y yo estaba muy asustada. Oye, ¿te acuerdas el día de Reyes? En el que yo me levanté a coger mis regalos, mire tu jaula y … ¡No estabas! Corriendo se lo dije a mis padres y a mi hermana y todos empezamos a buscarte, ¿dónde estabas? Yo no sé cómo pudiste meterte detrás de litera, tampoco sé cómo no te pasó nada al bajarte por la jaula, saltaste a unos cuarenta centímetros del suelo, pero yo sé que eres fuerte. Eras tan suave, con ese pelo de color gris, negro y marroncillo, con esos ojos negros saltones y esas patitas tan chicas...
Estoy triste, porque al entrar a casa ya no veo esa banqueta con aquella jaula donde tú siempre estabas metido en el calcetín, durmiendo.
Cada día te recuerdo y echo de menos esos momentos de alegría que pasabas conmigo. Aunque yo tuviera miedo a cogerte, acariciarte, el último día que estuviste con nosotros estaba triste. Pero ahora sé que estás bien en otro lugar.
Lorena - 6º B

JUAN LUIS dijo...

NUNCA TE OLVIDARÉ BOBY


Querido Boby: he venido a hablarte de los momentos de mi vida mas felices contigo.
Oye, ¿te acuerdas de cuando solo tenías siete meses? Yo te recogí y te cuidé.
Recuerdo que siempre llevabas una especie de cinta en el cuello, los ojos verdes, el pelo muy suave. ¡Ojalá pudiera otra vez verte...! Ya, con sólo un año, empezamos a tener aventuras los dos juntos. ¿Te acuerdas cuando me iba a atropellar un coche y tú me salvaste? Siempre que alguien me atacaba o tenía algún otro problema, tú me defendías. Íbamos al campo y luego nos comíamos unas rosetas mientras que veíamos el fútbol. Cuando jugábamos al pilla pilla siempre me ganabas. ¡Qué buenos recuerdos! Cuando ya tenías dos años te pusiste más grande y más bonito. A los dos nos gustaba ir por las montañas del campo. ¿Recuerdas que te iban a pinchar y te saliste corriendo? ¿Y cuando condujiste un coche?
Y tuvimos muchas más aventuras. Siempre estábamos unidos para lo bueno y lo malo. Con siete años moriste... ¡Qué malos momentos! No me gusta recordar eso. Yo todos los días pienso en ti. Espero donde estés que estés viviendo bien. Nunca me olvidaré de ti Boby, siempre te querré. ¡Qué mal me sentí cuando no estaba. Pensé: “aquí no se acaba la vida”, y he seguido para adelante.
Juan Luis - 6º B

JAVIER FRANCISCO dijo...

Una carta a mi mascota.

Hola, Clarita, te escribo esto para que estés donde estés, me recuerdes. ¿Te acuerdas de aquella vez cuando te perseguía, y, por más que corriese, no te cogía, y, hasta que me resbalé con el barro y me estampé la cara contra la hierba y tú venías y me lamías la cara embarrada?,¿O cuándo venías todos los días y me chupeteabas y yo sonreía y me seguías lamiendo y “me lavabas los dientes” con la lengua'?... Ahh, tengo ganas de acariciar tu corto y sedoso pelo marrón claro, y verte correr con tus finas y largas patas, ver mover tu larga cola enérgicamente, tocar tu fina cara y alargado hocico... Sólo pensar en ti me produce infinita alegría y gran nostalgia. Desde que te fuiste, tengo un gran vacío dentro de mí, me gustaría estar solo cinco minutos contigo, poder acariciarte y abrazarte. Te añoro mucho. Adiós un gran abrazo.
Javier - 6º B

CRISTIAN dijo...

MI POBRE PERRITA
Querida luna: te echo mucho de menos desde el día que moriste, todos esos ratos que hemos pasado juntos cuando nos subíamos al castillo y te tiraba piedras lejos y tú me las cogías y las traías, nos lo pasábamos muy bien. Hasta el día que te caíste por las escaleras, te llevamos al veterinario, te tuvieron que operar y luego en casa te moriste. ¿Por qué te tuviste que morir? Eras grande y guapa, tenías esos ojos marrones y pelo castaño. Me siento triste y muy mal pero tengo que mirar hacia adelante.
Cristian - 6º B

NURIA dijo...

MI POLLITO PIOLÍN.
¿Recuerdas Piolín, cuando yo hacía palmas en el suelo y tú corrías hacia mí? Eras tan gracioso... Lo que más me gustaba de ti eran tus colores negros y naranjas. Y... ¿también recuerdas cuando yo me subía al sofá y tú te echabas a mi lado y mi madre nos tapaba? Tus sentimientos, tus formas de pedir comida...todo bueno. Te quería mucho, pero te tenía que llegar el momento y yo no podía evitarlo. Cuando moriste, sentí que se paraba mi corazón. Una de nuestras anécdotas, y posiblemente la más graciosa, fue cuando me senté en mi sillón y, al levantar las rodillas, tú te posaste sobre ellas y al dormirte hiciste tus cosas. Me puse nerviosa porque mis padres me regañarían y, como la limpié no pasó nada. Yo me reía mucho porque en las fotos salías con una cara de enfado muy divertida.
Siento como un vacío en mi interior y hasta hoy no lo he superado. El día que me lo dijo mi padre, llorando me fui a mi cama. No me divierto tanto sin ti. Eso es lo malo de tener mascota, que la quieres tener para siempre.
Nuria - 6º B

MARIO dijo...

MUERTE DE LUNA.

Querida Luna: recuerdo aquellos momentos que nos íbamos al campo.Y corríamos juntos, y yo te tiraba un objeto y tú lo cogías y me lo traías.También, cuando te ponías enferma, que yo me entristecía mucho. Y un día si que te pusiste mala y te llevamos al veterinario y te moriste.
Eras tan guapa, tenías el pelo negro y suave y ojos muy grandes.
Eras muy buena y cuando te regañábamos, tu agachabas las orejas.
Yo estoy muy triste y lloro, tampoco puedo dormir, porque cuando me levantaba, tú siempre estabas ahí.
Mario - 6º B

ALFONSO dijo...

Me acuerdo del día que mi madre te llevó a mi casa. Me acuerdo de que mi madre me dijo que te había encontrado abandonada en el bulevar. También que te ponías en mis pies y jugabas conmigo a la pelota. Siempre que me pasaba algo me iba contigo y me ponía contento. Eras estupenda y siempre estabas ahí donde yo estuviera. ¿ Te acuerdas esos días que jugábamos y te hablaba de las cosas que me habían sucedido en el cole? También cuando estaba contigo me sentía mejor y los chistes que te decía, siempre estábamos juntos. Has muerto por tu vejez. Ya tenias muchos años y por eso has muerto. Estoy triste porque sin ti no se lo que hacer y siento nostalgia porque quiero que vuelvas pero eso no será posible. Siempre te recordaré en mi corazón y nunca te olvidaré.

CRISTIAN dijo...

Para Casillas :
Casillas, eras un perro tranquilo pero nervioso, siempre estabas saltando y corriendo por toda la casa. Eras un perro revoltoso y travieso pero en si, un perro tranquilo. Me encantaban tus dos colores, aquellos negros y marrones que te manchaban el pelaje. Casillas, tu y yo eramos amigos inseparables, espero que recuerdes aquellas tardes en las que salíamos a pasear y nos lo pasábamos tan bien que a veces nos perdíamos . Casillas, yo lloré mucho con tu muerte (quizá demasiado) pero se que ahora estás feliz en un lugar mejor. Desde tu muerte a veces me siento vacío porque tu no estás correteando a mi lado, conmigo y de momento ninguna otra mascota ha podido llenar el vacío que tú dejaste en mi corazón.

Adrián 6ºA dijo...

Draco, ayer me dejaste solo y te fuiste. Me importabas mucho. Tus ojos me recordaban a un peluche peludo que se podía mover. Al principio, cuando te recogimos, olías mal y estabas delgado. Pero al llegar a casa, te lavamos y te dimos de comer. Tu hermana Luna te olisqueaba, pero enseguida te aceptó como hermano pequeño. Tu pelo era suave y fino. Una vez en el campo encontraste un pimiento rojo y te pusiste el morro colorado. También querías saltar una roca, pero te diste en la barriga con el borde y te dolió. Eras muy dormilón y glotón. Siempre que llegaba a casa tras ir al colegio,te sentías muy alegre. Te quería mucho y siempre te recordaré. A veces te llamaba Dr. Draco porque mi madre tenía una herida en el pie, tú la lamiste y se curó. El verano era un infierno para ti porque tenías mucho pelo y te daba mucha calor. Para mi, eras genial y no habrá otro perro como tú. Valías mucho y nunca podría venderte o reemplazarte. Toda nuestra familia te amaba y algunos te llamaban oveja, yo te llamaba oso o león. mi madre peluche...
Descansa en paz...